La CGT firma un ERE en Unísono, o no

La Sección de CGT en Unísono de Madrid firmó el pasado 28 de julio un ERE contraviniendo los acuerdos confederales que nos hemos autoimpuesto y la lógica de nuestra organización. El 2 de agosto el Sindicato de Transportes y Comunicaciones de Madrid envió una carta a la empresa diciendo que CGT se desvinculaba de esa firma y que desautoriza a los firmantes a hablar en nombre del sindicato ya que Unísono tenía beneficios, y en esta situación la firma de la CGT no se podía dar.

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Las excusas que pone la Sección para firmar son varias pero ninguna es nueva, estamos acostumbradas a escucharlas a CCOO y UGT: "es una decisión de la asamblea", "son todas salidas voluntarias", "la firma es unánime de toda la RLT", "los afectados quedarían en una incertidumbre legal", "nuestra firma era imprescindible", "es el mal menor". Incluso para legitimarse se atreven a decir que son la sección más grande de la organización y que han luchado mucho.

Un despido colectivo son pérdidas de puestos de trabajo se mire como se mire, son personas que pierden el salario del que depende su forma de vida. Además esta decisión contraviene los acuerdos de los que todas nos hemos dotado en esta organización, por tanto esa firma NO puede darse y no tiene justificación posible.

Por desgracia NO podemos evitar este tipo de situaciones con el marco legal actual, la LOLS otorga a los delegados y delegadas la legitimidad para firmar y el sindicato tiene poco margen o ninguno una vez firmado. Este es uno de los motivos por los que nos presentamos a las elecciones sindicales y asumimos su incongruencia, para que ese papel no lo tengan los sindicatos del régimen mientras que cambiamos las reglas. Eso sí, lo que podemos y debemos controlar es lo que hacemos en nuestra organización. Las personas que firman, asesoran y permiten estas situaciones han de ser expulsadas.

Hasta que esto no pase, mientras esta gente siga dentro, no podremos decir que CGT NO ha firmado ese despido colectivo, el resto serán dobles raseros para tratar a unas afiliadas y otras, para parecernos cada vez más a los sindicatos que tanto criticamos.

No podemos permitir que está situación se quede en un rincón como si aquí no hubiera pasado nada, por el bien de nuestra confederación y por todas las que formamos parte de ella.